Mi reno de peluche
mayo 17, 2024Fascinante fábula macabra
Película tras película, Carlos Vermut se ha convertido en uno de mis directores españoles favoritos de esta última época. Con Magical Girl, Quién te cantará y Manticora, este director ha conseguido mostrar un estilo personal, con una temática muy arriesgada, en un combinado donde se mezclan referencias a Bergman, Almodovar o el cine coreano.
Sus películas invitan a observar de cerca lo que socialmente evitamos; pero a la vez, inconscientemente, nos seduce de una forma incómoda. Podemos recorrer durante dos horas una situación real, con personas reales, que coexisten en nuestra sociedad pero quedamos la espalda por miedo a entrar en ese submundo oscuro. Pues bien, este hombre se atreve a mirarles de frente, intentando comprender sus razones. Son varias las características que me parecen interesantes en sus películas:
- Las estructuras son particulares: comienzan mostrando al protagonista con sus circunstancias y objetivos, para a mitad de metraje desviarse, y subir un peldaño, complicando la trama, enriqueciendo y desvelando la verdadera razón de esa historia. Por último, al igual que un cuadro impresionista, los detalles que recorren sin sentido a lo largo del film eclosionan en una revelación que refuerza lo narrado y justifica los extremos desenlaces que observamos. El círculo se cierra y todas las piezas encajan.
- Es un director formalmente honesto: aunque rocambolescas, sus historias son terrenales, y en vez de inflar la narrativa artificiosamente desde lo formal para crearnos más impacto, prefiere planear en un estilo sencillo, nada estridente, simplemente permitiendo a la película
volar por momentos a lugares más ensoñados, subconscientes, o imaginados… de esta manera, inteligentemente puede permitirse dar verosimilitud a estas historias que tienen una capa de fábula macabra que sobrevuela en todas sus películas. - Sus películas están repletas de situaciones, detalles u objetos donde lo que sucede alrededor del personaje, de una manera sutil pero evidente, se cargan de simbolismo para que en ese instante ayuden a resignificar el desarrollo psicológico de los personajes.
- Temática incomoda: lo más impactante del cine de Vermut son los temas en los que decide fijarse, popularmente censurados desde un punto de vista moral. Sus personajes, llenos de filias, fobias u otros lastres psicológicos, pero cargados de pasión, son capaces llegar a
límites éticamente prohibidos, pero es esa curiosidad por comprender esa cara del ser humano lo que me parece de una gran valentía por parte del director. Inevitablemente, tras el visionado deja un debate moral en el espectador para masticar durante horas o días. - Personajes muy carismáticos: muchos de sus personajes son muy atractivos, desprenden mucha fuerza cada vez que aparecen en pantalla o cual piedra preciosa nos hechizan y deseamos que no nos abandonen. Sufren, se retuercen, nos ponen en alerta, no queremos que hagan lo que tememos… Impactan a los demás de forma inevitable, de tal manera que cuando están en pantalla sentimos esa energía que provocan Los lazos psicológicos entre ellos son muy sólidos, lo cual suele terminar trágicamente en pulsaciones involuntarias. En esto, Vermut construye paso a paso motivos para tales desenlaces, de una manera bastante honrada.